Los siguientes casos fueron documentados y ampliamente difundidos por los medios de comunicación de la época en Estados Unidos, adjudicándolos como sucesos verdaderos, uno de los que más tuvo notoriedad fue el ocurrido durante la crisis de Washington, corroborado por las observaciones de espectadores el 19 de junio de 1952, aproximadamente a las 12 de la noche, cuando
el personal de control de tráfico aéreo de Washington observó una formación de siete objetos en la pantalla del radar en una posición ligeramente al sudeste de la Base Aérea de Andrews. Se asumió al principio que era un objeto común, pero cuando dos de ellos se desalinearon, avanzando y retrocediendo a una gran velocidad, se determinó que iban a 11.265 km/h y que debido a eso no era un avión común, por lo que decidieron llamar a un mayor, pensando que quizá el campo de aplicación no funcionaba correctamente, pero los técnicos lo examinaron y confirmaron su perfecta actuación.

-En 1965, Adamski filmó una película de 8 mm de la visita de un platillo volante a Maryland, Estados Unidos, aunque la autenticidad de esa prueba ha sido muy cuestionada.
Muchas de las fotografías de Adamski fueron tomadas en los terrenos del observatorio Monte Palomar, donde Adamski trabajaba y podía disponer de un pequeño telescopio. Para algunos es considerado este caso como una farsa, que sólo engañó a los medios, debido principalmente a falta de pruebas del encuentro.
-El siguiente ocurrió en el Golfo de México, en la madrugada del 6 de diciembre de 1952, en el que el capitán John Harter y el oficial de radar, teniente Sid Coleman, cuentan que se encontraban volviendo a su base después de un vuelo de práctica nocturna con su bombardero B-29, aproximadamente a 322 km de Galveston, 160 km al sur de la costa de Louisiana, Coleman advirtió una señal en uno de los bordes de la pantalla del radar, desapareció de repente, y después de unos minutos reapareció en la pantalla, el sargento calculo que la velocidad del objeto era más de 8.047 km por hora, por lo que se decidió llamar al capitán, y él a su vez confirmó el objeto en su propia pantalla.
En pocos instantes aparecían cuatro ovnis en la pantalla y el capitán, desde la cubierta, preguntó por radio: «Tengo aquí cuatro objetos desconocidos. ¿Qué ven ustedes?» Coleman contestó que los objetos se veían en las tres pantallas de radar del avión, es decir que no se trataba de una avería. Uno de ellos los localizó a través del parabrisas. Harter miró hacia estribor cuando uno de los objetos, iluminado con una luz blanquiazul, pasaba rápidamente junto al costado del avión, desvaneciéndose hacia atrás. Casi de inmediato, aparecieron otros ovnis en las pantallas, y todos se dirigían hacia el avión, tomando la velocidad de éste, siguiéndolo unos minutos. Aparentemente un enorme ovni se unió a la formación y, siempre moviéndose a unos 8.047 km por hora, pareció como si las naves más pequeñas abordaran o se fusionaran con el objeto más grande. Acelerando a 14.484 km por hora, el ovni desapareció. El encuentro había terminado.
Oficiales de inteligencia de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos los entrevistaron a todos los tripulantes después de haber aterrizado. El comandante Donald E. Keyhoe, destacado experto en ovnis con formación militar, interpretó el avistamiento de la siguiente manera: «Los discos fueron lanzados por una nave nodriza para alguna misión de reconocimiento… una cita para la que, quien quiera que guiase los discos, había elegido este punto sobre el Golfo de Méjico. Cuando el B-29 fue avistado, un grupo de discos se desvió para hacer una breve exploración o rastreo. Después, volando a 8.047 km por hora, subieron nuevamente a bordo de la nave nodriza.»
-El informe del siguiente hecho apareció por primera vez, en 1975, mucho después de haberse producido el caso, en el que se cuenta con dos testigos, las mujeres Sara Shaw y Jan Whitely, que vivían en un paraje remoto de Tujunga Canyon en California, en 1952. Sara afirmaría que fue despertada por una luz que se movía tras la ventana de su dormitorio, lo que aparentemente la asustó. Jan se había despertado y se levantó a buscar su bata. En ese momento Sara advirtió que el reloj indicaba las 2 de la mañana. Cuando, después de lo que le pareció una fracción de segundo, volvió a mirar el reloj se sintió aturdida y confusa al comprobar que el minutero había avanzado veinte minutos. Cuando Jan tomó el reloj para comprobarlo, confirmó la observación pero señaló también que la aguja horaria había avanzado y nada menos que dos horas. Aparentemente, ambas testigos sufrieron una ausencia de dos horas y veinte minutos, lo que les causó un pánico tan intenso que abandonaron la casa y se fueron a la de los padres de Jan.
La información fue estudiada llegando a la conclusión de que se trataba de un fenómeno psicológico.
-En Livermore, Oakland, California, John Bean, en la tarde del 27 de enero de 1953, se encontraba en su carro, cuando él se alejaba de las instalaciones de la Atomic Energy Commission (Comisión Investigadora de Energía Atómica), cuenta que detuvo el coche a un lado del camino para buscar algunos papeles en su cartera. Estaba a punto de bajar para pasar al asiento trasero, en donde se encontraba su cartera, cuando se detuvo para mirar un DC-6 que en ese momento descendía hacia el Aeropuerto Municipal de Oakland, en ese momento observó que un objeto blanco estaba cruzando por encima de las instalaciones de la Comisión de Energía Atómica, y supuso que se trataba de plantas arrastradas por el viento. Pero enseguida se dio cuenta que el objeto era más sólido y que se movía muy suavemente. Lo describió como perfectamente redondo, con brillo metálico, como si fuera de aluminio, y que de momentos realizaba acrobacias. También identificó que se aproximaba un jet a punto de descender. Después de unos minutos, desapareció el objeto blanco, por lo que solamente fue un simple avistamiento, pero no pasó de ser un simple avistamiento.
-En 1954, en el campo de pruebas White Sand, en Nuevo México, según el testimonio de Daniel Fry, el 4 de julio de 1950 tuvo su primer encuentro con “seres extraños”, como él los describiría. Según sus declaraciones, el doctor Daniel Fry presenció justo el momento de un aterrizaje de un supuesto ovni, en el día ya citado. El principal contacto de Fry, A-Lan, le explicó gran parte de la física que implicaba la construcción y el manejo de su nave y, en parte, éste lo comprendió, pues él mismo era un técnico espacial muy experto. Tanto es así que trabajaba en los Campos de Pruebas de White Sands, cerca del lugar donde se produjo el encuentro. Los visitantes trataban de, como el afirmaría después, «ayudar a los terrícolas a modificar el curso de los acontecimientos y de advertirles sobre un holocausto que, de otro modo, parece inevitable», por lo que, según él, tenía que publicar un libro, lo que hizo. Este encuentro de tercer orden es uno de los más conocidos.
-En Goose Bay, labrador, es muy frecuente escuchar avistamientos de ovnis muy frecuentemente. En 29 de junio de 1954, el capitán James Howard tuvo uno de los avistamientos más aceptados, que ocurrió cuando volaba en un Stratocruiser de la BOAC, de Nueva York a Londres, en las primeras horas de la tarde, en donde el control de tráfico aéreo de Boston le pidió que diera su posición, y cuando se le ordenó desviarse hacia el norte, hacia Cape Cod. En vista de lo que sucedió después, se ha especulado con la posibilidad de que el control de tráfico aéreo hubiera recibido anomalías en su radar.
Tres horas después, sobre el estuario del St. Lawrence, el capitán Howard vio una formación de siete objetos no identificados, con la velocidad del avión. La tripulación las identificó como globos.
Los objetos seguían una línea recta, a veces con tres globos delante del mayor y tres detrás, a veces con cuatro delante y dos atrás, etc. Howard creía que eran sólidos. El copiloto Lee Boyd informó del incidente a Goose Bay, Labrador; se les pidió que describieran el avistamiento y así lo hicieron. Posteriormente se envió mandar un patrullero de combate F-94 hacia el avión y el capitán Howard pudo hablar directamente con los pilotos. Cualquiera que fuera la explicación de los ovnis, éstos no eran visibles en el radar, pues en el del avión de combate sólo se detectaba al Stratocruiser. La tripulación informaría después que la formación de los objetos desapareción cuando se acercaba el F-94.
-En el 21 de agosto de 1955, en Kelly-hopskinville, Kentucky, la familia Sutton, compuesta por Elmer, Vera, John, Alene y su hermano, eran huéspedes de la familia Langford, compuesta por Glenie y sus tres hijos, Lonnie, Charlton y Mary, junto con su amigo Billy Ray Taylor y su mujer June. A eso de las 7 de la tarde, Billy Ray Taylor salió de la casa para ir a buscar agua a la fuente de la granja y beber un trago. Mientras estaba fuera, afirmó que vio un ovni, «muy brillante, con todos los colores del arco iris». Aparentemente, había aterrizado cerca de la granja, en el lecho de un río seco. Cuando volvió a la casa y contó a los demás lo que había visto no le creyeron, pensaron que había visto una estrella fugaz. Nadie salió a investigar.
De repente cuentan que comenzó a ladrar el perro, por lo que Elmer Sutton, salió con Billy Roy Taylor por la puerta de la cocina de la granja, para ver qué era lo que molestaba al animal. En ese momento describirán que una criatura fosforescente, parecida a un enano, con enormes ojos, con los brazos extendidos hacia arriba se aproximaba lentamente.
Lucky cogió una escopeta y Taylor un rifle 22 y ambos dispararon a la criatura cuando ésta se hallaba a unos 6 m de la casa. La criatura desapareció en la oscuridad. Dentro, los demás habían oído ruidos en el techo de la cocina; los hombres corrieron de nuevo al patio y vieron criaturas similares en el techo de la casa. Cuando dispararon, una de las criaturas cayó suavemente hasta el suelo adonde llegó sin daño aparente.
Las criaturas parecían temerosas de acercarse a las luces de la casa, pero las familias estaban muy preocupadas, debido a la ineficiencia de sus armas, deciden irse del lugar. A las once de la noche, huyeron de la casa en dos coches, legando a la comisaría de la policía en Hopkinsville, llegando asustados y en estado de gran excitación.
Russell Greenwell, su ayudante George Batts, el sargento Pritchett y otros tres oficiales, junto con un periodista local, volvieron con la familia a la granja, dispuestos a entablar la lucha. De regreso a la granja de Kelly, vieron sobre sus cabezas dos rayos de luz y oyeron un ruido agudo y persistente. No se halló rastro ni del ovni ni de las criaturas aunque sí se encontraron los cartuchos de algunas balas.
Ese día había pasado por Hopkinsville un circo y se especuló que quizás algunos de los monos amaestrados que allí actuaban se hubieran perdido.

Al despertar, al día siguiente, Jennie recordó el suceso como si fuera un sueño.
-En la presa de Lochraven, Maryland, aproximadamente las 22:30 h, Alvin Cohen y Philip Small vieron un objeto sobre la presa, mientras pasaban en una carretera, por lo que decidieron investigar.
A unos 24 m del objeto, los sistemas eléctricos del coche se averiaron: las luces se apagaron y el motor se detuvo, y asustados se esconden en el auto, luego de un tiempo la nave despega. A pesar de ser un simple avistamiento, tuvo gran impacto en la época.
Post relacionado:
Fenómeno Ovni en el s.XIX
Post relacionado:
Fenómeno Ovni en el s.XIX