
Son extrañas figuras de arcilla, que asemejan a pequeños humanoides y animales datadas en su totalidad durante el último periodo Jomon (14.000 -400 a. C.) de la prehistoria y se han encontrado en templos o escavaciones de japón, y son considerados como las primeras piezas de cerámica de ese país. Para la mayoría de los que las han estudiado postulan que posiblemente representan a diosa debido a que la mayoría de las esculturas poseen pechos , cintura pequeña y caderas ancha, además en diversa figuras el abdomen grande es asociado con el embarazo, lo que consideran que son


diosas madre. De acuerdo con el Museo Metropolitano de Arte, estas figuras “sugieren una asociación con los ritos de fertilidad y chamánismo”. Tienden a poseer rostros grandes, las armas pequeñas y las manos y cuerpos compactos, y algunos parecen tener gafas. Otras tienen marcas en la cara, el pecho y los hombros, lo que sugiere tatuajes probable incisión y con bambú. Se ha identificado que tiene varios estilos según el área de exhumación y la generación. De acuerdo con el Museo Nacional de Historia de Japón, el número total que se encuentran en Japón es de aproximadamente 15 000 esculturas. La mayoría de los Dogu se han encontrado en el este de Japón. El propósito de las esculturas Dogu sigue sin estar claro, pero lo más probable es que el Dogu actuó como efigies de personas, que manifiestan algún tipo de magia. Han empezado a surgir posturas de que tengan una relación con seres que tenían mucha influencia no humanos, debido a los rasgos que tienen, su forma en la que fue diseñada y en los lugares en los que han sido encontrados.