Fenómeno ovni en los 40´s

Hubo casos en la década de los 40s que influyeron enormemente en la cultura de Estados Unidos, ejemplo de éso eran las crecientes estadísticas sobre supuestos avistamientos en ése país, pero los que más han causado controversia y discusiones entre los expertos son los siguientes:
El día 7 de enero de 1948 la torre de control en Godman Field, Kentucky, informó
de que se veía un brillante objeto en forma de disco desde su base de operaciones, y para investigar el fenómeno la Guardia Nacional mandó a cuatro Mustang P-57, entrenados por el capitán Thomas Mantell, que en su avión voló a 4.572 m y los otros aviones se dieron la vuelta porque no tenían el equipo de presión necesario para volar más alto. Después de unos minutos intentaron contactar con Mantell por radio, en el que dijo que tenía el objeto a la vista y estaba tratando de ascender un poco para investigar. Fue el último contacto con Mantell debido a que estalló el avión. Los análisis posteriores indicaron que no intentó abandonar el avión y sugieren que éste estalló por ir a una velocidad excesiva. El suceso no tuvo gran notoriedad, pero fue el primer caso documentado de una muerte por cazar un Ovni.
Otro caso es el ocurrido en Aztec, Nuevo México, es identificado en una unidad de radar un objeto que se estrelló en ese lugar, y la investigación estuvo a cargo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en el que algunos informantes aseguraron que la nave estaba compuesta de un metal tan fuerte que ni el calor ni un diamante podían afectar su superficie; no tenía ningún remache ni señal de soldadura, por lo que tuvieron que entrar en la parte que sufrió el golpe. En el interior de la nave había dieciséis cadáveres de extraños humanoides muertos, el disco tenía 30 m de ancho y una cabina central de 183 cm de alto. Diversas fuentes informan que después de haber sido desmantelada la nave, con todo y sus componentes y los cadáveres, fueron transportados a la Base de las Fuerzas Aéreas de Wright Patterson. Investigaciones posteriores revelaron que los paneles de control todavía funcionaban, mostrando jeroglíficos; se encontró un libro con tales símbolos en un material plástico parecido al papel. Los cadáveres se describieron de un tamaño aproximado de 107 cm de alto con grandes cabezas, ojos almendrados y nariz, boca y orejas de tamaño muy reducido. Los cuerpos eran delgados con largos brazos y dedos palmeados. Una disección reveló que no tenían sangre, sino un líquido que olía de manera similar al ozono. Curiosa y aparentemente contradictoria resultaba la falta de aparato digestivo pese a tener unos dientes perfectos. Es considerado por Frank Scully, en su llibro Behind the Flying Saucers, como el descubrimiento más importante que se haya llevado a cabo en 1948 por las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos se hizo en 1948, lo que tuvo gran notoriedad en las especulaciones sobre la temática ovni en esa época, pero sus detractores no aceptan que haya existido tal acontecimiento, por lo que lo clasifican como puras suposiciones sin argumentos.
Un suceso relacionado ocurrió un tiempo después de la formación del Proyect Sign (primer proyecto oficial para la investigación sobre lo relacionado con los Ovnis coordinado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos), en donde se recibió un informe de dos pilotos de las Eastern Airlines, el capitán C. Chiles y el primer oficial John Whitted, que tuvo lugar el día 24 de julio de 1948, cerca de Montgomery, Georgia, en el que se describía que a las primeras horas de la mañana se encontraban volando en un DC-3, en donde ambos afirmaban haber sido testigos de la aparición de un ovni que se dirigía hacia ellos a una «velocidad increíble», y que el encuentro fue tan cercano que el DC-3 tuvo que girar bruscamente a la izquierda y el ovni pasó a solo 213 m de él. Los pilotos, estando cerca del objeto, lo describieron como irradiador de una intensa luz azul y una hilera de ventanas en uno de los lados.La deceleración del ovni fue tan violenta que sacudió al DC-3.
Cuando desapareció detrás del avión vieron un escape de gas de tonos anaranjados y estimaron que el objeto tenía una velocidad de 805-1.127 km/h. El avistamiento fue apoyado por testigos de Robbins Field, Georgia, que hicieron una descripción del objeto que concordaba mucho con la de los pilotos.
El día 1 de octubre de 1948, cerca de Fargo, Dakota del Norte, se llevó a cabo otro suceso que involucra a George Gorman, de la Guardia Aérea Nacional de Dakota del Norte, que aproximadamente las nueve de la noche estaba piloteando un F-51, con dirección a Fargos, pero le dieron instrucciones de que aterrizara, informándole que había un Piper Cub cercano, que confirmó visualmente, pero en ese mismo momento divisó otra nave moviéndose rápidamente bajo su ala derecha, y al ver eso, contactó con la torre de control para identificarla, pero le respondieron que no había ninguna otra nave cerca de él aparte del Piper Cub. Después de un periodo, la torre de control estaba confirmando lo que había visto Gorman y el controlador, Erroll Jensen le anunció: «Tenías razón. Hay algo». El objeto se movía de rápidamente y pasaba sobre la torre de control, Gorman entonces se dirigió en picado hacia el objeto pero no pudo alcanzarlo. Cuando empezaba a ganar altura se inclinó a la izquierda y Gorman intentó seguirle. En ese momento estaban a 2.130 m de altura y de repente el objeto giró y se dirigió directamente contra el avión de Gorman. Gorman trató de darle caza de nuevo, después que pasó encima de él. En un informe se apunta que la maniobra fue tan intensa que Gorman perdió el conocimiento temporalmente.
El objeto se estaba acercando al avión de Gorman, y de repente se disparó hacia arriba. Gorman se precipitó en pos de él a 4.260 m y el avión se quedó sin potencia como si el motor hubiera fallado, en ese momento el objeto desapareció entre las nubes. El combate había terminado en apenas treinta minutos. Gorman dijo: «Estoy convencido de que había algo intencionado en estas maniobras. Tengo la impresión de que estaban controladas por alguna razón. También estoy seguro de que estaban gobernadas por las leyes de la inercia porque su aceleración era rápida, no inmediata, y aunque era posible girar a tan considerable velocidad, iba seguido de una curva natural». El capitán Edward A. Ruppelt, oficial del proyecto Blue Book (proyecto de la Fuerza Aérea de investigación relacionada con el fenómeno ovni), anunciaba que no tenía nada de especial el caso, ya que era tal sólo un satélite cayendo a la superficie.
El siguiente tuvo lugar en la tarde del 11 de mayo de 1950, en una granja cerca de McMinnville, Oregón, en donde la señora Trent cuenta que se encontraba alimentando a sus conejos en el jardín, y que en ese momento vio acercarse un objeto discoidal, por lo que llamó a su marido Paul Trent, quien trajo su cámara fotográfica, y fue capaz de tomar dos fotografías en blanco y negro en las que se veía cómo el objeto atravesaba el cielo en dirección al noroeste. Un periódico local recogió la historia y publicó las fotografías con las que más tarde se hizo un reportaje en la revista LIFE, muy pronto se reconocieron como autenticas y causaron gran sensación en la nación americana. En esa época fueron consideradas como las mejores fotografías tomadas a un ovni.
Posterior a la difusión del suceso, Willian Hartmann, investigador del comité Condon (el comité Condon era notable por su actitud de rechazo al fenómeno de los ovnis), reconoció que el comité las había aceptado como auténticas. Manifestó que las fotografías eran coherentes con el testimonio de los testigos de que «un extraordinario objeto volador, plateado, metálico, en forma de disco, de diez metros de diámetro y evidentemente artificial, volaba ante la mirada atenta de dos espectadores». Desde que se tomaron las fotografías se han empleado muchos análisis técnicos sofisticados para analizar estas fotografías con la intención de intensificar el borde. Nadie ha sugerido que fueran falsas las fotografías y es posiblemente la primera fotografía tomada a un objeto volante que fue aceptada.
El último hecho fue estrechamente vinculado, en el 28 de Agosto de 1951 se tomó la primera fotografía por aficionados de “las luces de Lubbock”, que aparecen repentinamente en Lubbock, Texas. Diversas investigaciones han intentado explicar el fenómeno, que se está convirtiendo en atracción turística, que generalmente tiene la formación con forma de flecha, una de las explicaciones más comunes es con lo relacionado con la temática ovni, pero existe otra versión que apunta la posibilidad de que se tratara de luces reflectantes en el estómago de los patos, o de un fenómeno de luz natural que aún no ha sido entendido por la ciencia pero que quizá tenga relación con la aurora boreal o el fuego de San Telmo.