En marzo de 1952, debido al creciente avistamiento de Objetos voladores no identificados, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) desarrolla el proyecto “Blue Book”, que duraría entre 1947 y 1969, en donde el primer jefe fue el capitán Edward J. Ruppelt, y para la instalación se
A finales de diciembre de 1951, Ruppelt se reunió con los miembros del Instituto Conmemorativo Battelle, un grupo de expertos establecido en Columbus, Ohio, cerca de la base aérea Wright-Patterson. Ruppelt pidió a estos expertos ayuda para poder investigar el asunto de un modo más científico. Así, el Instituto de Battelle fue quien creó el reportaje estandarizado. Comenzando a finales del marzo de 1952, el Instituto comenzó a analizar los informes y la codificación de aproximadamente 30 de sus características en tarjetas de IBM para el análisis informático.En febrero de 1953, las labores de investigación fueron asumidas por la recién formada 4602 AISS (Air Intelligence Squadron, Escuadrilla de Inteligencia de Aire), dependiente del mando de defensa aérea. La 4602 AISS tenía el deber de investigar únicamente los casos ovni más importantes, es decir, los que supusieran un riesgo para la inteligencia o la seguridad nacional. Estos casos se eliminaron del programa de Libro Azul, que fue relegado a estudiar los informes más simples. En ese mismo mes, como consecuencia de las recomendaciones del comité Robertson, las Fuerzas Aéreas pusieron en marcha la regulación 200-2, que permitía a los oficiales de las bases aéreas hablar públicamente de los incidentes ovni sólo si habían sido convenientemente explicados. Asimismo, todos los casos no resueltos debían ser clasificados para mantenerlos lejos de la opinión pública, o que la única información que debía darse a los medios era que la situación estaba siendo analizada, con lo que la investigación ovni fue declarada secreta por motivos de seguridad nacional. En la misma regulación se ordenó reducir el número de no identificados al mínimo.
A partir de agosto 1953, cuando Edward J. Ruppelt abandonó el proyecto (en su periodo corto es conocido como el de mayor apogeo de investigación ovni y apoyada por las altas esferas), habían reducido su personal a dos subordinados y el jefe. Su suplente era un oficial no comisionado. Todos los que le sucedieron como directores de Libro Azul manifestaron apatía o incluso hostilidad rotunda al asunto ovni, o fueron obstaculizados por la carencia de financiación y apoyo oficial.
En agosto de 1954, el nuevo general Nathan Twining, que impulsó el Proyecto Signo en 1947 (proyecto para la investigación Ovni antecedente de otros como el proyecto “Libro Azul”), recibió la misión de depurar responsabilidades en el seno del 4602 AISS publicando una regulación 200-2 actualizada para las Fuerzas Aéreas.
El informe especial nº 14 del Proyecto Libro Azul era un análisis estadístico masivo de los casos analizados por Libro Azul hasta aquel momento, unos 3.200 cuando, y el informe quedó completado, en 1954, realizado por el instituto Battelle. Hoy sigue siendo el estudio ufológico más grande jamás emprendido. En el informaron que en la categoría de “explicables”, el 86% de los fenómenos eran debidos a aviones o globos, o tenían explicaciones astronómicas. Sólo el 1,5% de todos los casos eran psicológicos o casos. Una categoría “mixta” comprendía el 8% de todos los casos e incluía posibles fraudes, y aproximadamente el 69% de los casos se encontraron explicables o identificables; un 9% carecía de información insuficiente, pero el 22% se consideraron “inexplicables”, algo por debajo del valor inicial del 28% de los estudios de las Fuerzas Aéreas, pero todavía una fracción muy significativa.
A pesar de esto, la conclusión del informe definitivo del Instituto Battelle declaró era “sumamente improbable que cualquiera de los informes de avistamientos de objetos no identificados represente acontecimientos tecnológicos fuera de la gama de conocimiento actual”. Algunos investigadores, incluyendo al Doctor Bruce Maccabee, quien repasó los datos en profundidad, han advertido que las conclusiones de los analistas estaban por lo general en desacuerdo con sus propios resultados estadísticos, mostrados en 240 dibujos, tablas, gráficos y mapas. Se dice que los analistas simplemente pudieron haber tenido problemas si hubieran acabado aceptando sus propios resultados, o quizás pudieron haber escrito las conclusiones para satisfacer el nuevo clima político dentro de Libro Azul después del comité Robertson.
Cuando las Fuerzas Aéreas finalmente hicieron público el informe especial nº 14 en octubre de 1955, se dijo que dicho informe había demostrado científicamente que los ovnis no existían, que las causas más comunes eran histeria de masas, individuos que inventan casos fraudulentos para buscar publicidad, personas con psicopatologías y malinterpretación de varios objetos convencionales.
Los críticos de esta reclamación responden que el informe en realidad demostró que el número de “inexplicables” era claramente diferente al de “explicables” en un muy alto nivel de importancia estadístico. Las Fuerzas Aéreas también aseguraron, de forma incorrecta, que sólo el 3% de los casos estudiados eran desconocidos, en vez del 22% real. Incluso afirmaron que el 3% restante probablemente desaparecería si se pudiera disponer de más datos. Los críticos contestan sobre esto que no se hizo caso del hecho que los analistas ya habían agrupado tales casos en la categoría de “información insuficiente”, mientras que tanto los considerados “explicables” como los “inexplicables” tenían la información suficiente para hacer una determinación. También los “inexplicables” tendían a representar los casos de calidad más altos, en los que se tenía la mejor información y testimonios.
Desde abril de 2003, la USAF ha indicado públicamente que no hay ningún proyecto inmediato para restablecer algún programa de estudio ufológico oficial del gobierno.
Los críticos afirman, entre ellos científicos, que la información arrojada por el proyecto Libro Azul eran erróneos, por lo que se basan en hechos que reciben una explicación “racional” como el sucedido sobre las 5 de la madrugada cerca de Ravenna, Ohio, el 17 de abril de 1966. Los agentes de policía Dale Spaur y Wilbur Neff vieron un objeto plateado discoidal con una brillante luz que emanaba de su parte inferior, a unos 300 metros de altura. Empezaron a seguir al objeto (que a veces descendía a unos 150 metros). Otros agentes de condados cercanos se implicaron también en la persecución, que acabó una hora después cerca de Freedom, Pennsylvania, a unos 50 km de distancia. Este caso llegó a los medios nacionales, y la policía entregó informes detallados a Libro Azul. Cinco días después, sin haber entrevistado a la media docena de agentes que participaron, y a otros testigos, el director de Libro Azul, Héctor Quintanilla, anunció sus conclusiones: los agentes (uno de los cuales participó con las Fuerzas Aéreas en la Guerra de Corea) habían seguido un satélite de telecomunicaciones, y después al planeta Venus. En su contrainforme, Hynek calificó las conclusiones de Libro Azul como absurdas, dado que en sus informes, algunos de los agentes habían descrito la luna, Venus y el ovni: habían notado que aquella madrugada había una “estrella” muy brillante cerca de la luna. Se trataba de Venus. Un congresista por Ohio, William Stanton, dijo que “las Fuerzas Aéreas han perdido gran parte de su prestigio en esta comunidad… cuando la gente confía en la administración y ésta no dice la verdad, se pierde esa confianza”. Hynek escribió que durante la permanencia del comandante de las Fuerzas Aéreas Héctor Quintanilla como director de Libro Azul, “la bandera de las tonterías y el sinsentido ondulaba en el punto más alto de su mástil”. Hynek divulgó que el sargento David Moody – uno de los subordinados de Quintanilla – “aplicó el método de la convicción antes de la prueba. Cualquier cosa que no entendiera o no le gustara, la ponía inmediatamente en la categoría de sucesos psicológicos. Era un sabelotodo”.
La decisión de interrumpir las investigaciones ovni se basó en varios factores, como la evaluación de un informe redactado por la Universidad de Colorado titulado “El estudio científico de los ovnis”, la revisión de este informe por parte de la Academia Nacional de Ciencias, los casos ovni previamente estudiados y la experiencia de las Fuerzas Aéreas, que investigó informes ovni entre 1940 y 1969. El astrónomo J. Allen Hynek, que era el consultor científico del proyecto hasta su conclusión, creó el concepto que hoy se conoce como “encuentros cercanos”. Era un gran escéptico cuando comenzó, pero dijo que su escepticismo se suavizó durante la investigación, después del análisis de unos informes ovni que parecían inexplicables, por lo que sintió indignado en la postura final del proyecto.
La documentación en cuanto a la antigua investigación de Libro Azul fue transferida a la Rama Moderna Militar, a los Archivos Nacionales y al Servicio de Registros, y está disponible para la revisión y el análisis públicos bajo la Ley de Libertad de Información, pero los nombres de los testigos y otras informaciones personales han sido eliminados.
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A partir de agosto 1953, cuando Edward J. Ruppelt abandonó el proyecto (en su periodo corto es conocido como el de mayor apogeo de investigación ovni y apoyada por las altas esferas), habían reducido su personal a dos subordinados y el jefe. Su suplente era un oficial no comisionado. Todos los que le sucedieron como directores de Libro Azul manifestaron apatía o incluso hostilidad rotunda al asunto ovni, o fueron obstaculizados por la carencia de financiación y apoyo oficial.
En agosto de 1954, el nuevo general Nathan Twining, que impulsó el Proyecto Signo en 1947 (proyecto para la investigación Ovni antecedente de otros como el proyecto “Libro Azul”), recibió la misión de depurar responsabilidades en el seno del 4602 AISS publicando una regulación 200-2 actualizada para las Fuerzas Aéreas.
El informe especial nº 14 del Proyecto Libro Azul era un análisis estadístico masivo de los casos analizados por Libro Azul hasta aquel momento, unos 3.200 cuando, y el informe quedó completado, en 1954, realizado por el instituto Battelle. Hoy sigue siendo el estudio ufológico más grande jamás emprendido. En el informaron que en la categoría de “explicables”, el 86% de los fenómenos eran debidos a aviones o globos, o tenían explicaciones astronómicas. Sólo el 1,5% de todos los casos eran psicológicos o casos. Una categoría “mixta” comprendía el 8% de todos los casos e incluía posibles fraudes, y aproximadamente el 69% de los casos se encontraron explicables o identificables; un 9% carecía de información insuficiente, pero el 22% se consideraron “inexplicables”, algo por debajo del valor inicial del 28% de los estudios de las Fuerzas Aéreas, pero todavía una fracción muy significativa.
A pesar de esto, la conclusión del informe definitivo del Instituto Battelle declaró era “sumamente improbable que cualquiera de los informes de avistamientos de objetos no identificados represente acontecimientos tecnológicos fuera de la gama de conocimiento actual”. Algunos investigadores, incluyendo al Doctor Bruce Maccabee, quien repasó los datos en profundidad, han advertido que las conclusiones de los analistas estaban por lo general en desacuerdo con sus propios resultados estadísticos, mostrados en 240 dibujos, tablas, gráficos y mapas. Se dice que los analistas simplemente pudieron haber tenido problemas si hubieran acabado aceptando sus propios resultados, o quizás pudieron haber escrito las conclusiones para satisfacer el nuevo clima político dentro de Libro Azul después del comité Robertson.
Cuando las Fuerzas Aéreas finalmente hicieron público el informe especial nº 14 en octubre de 1955, se dijo que dicho informe había demostrado científicamente que los ovnis no existían, que las causas más comunes eran histeria de masas, individuos que inventan casos fraudulentos para buscar publicidad, personas con psicopatologías y malinterpretación de varios objetos convencionales.
Los críticos de esta reclamación responden que el informe en realidad demostró que el número de “inexplicables” era claramente diferente al de “explicables” en un muy alto nivel de importancia estadístico. Las Fuerzas Aéreas también aseguraron, de forma incorrecta, que sólo el 3% de los casos estudiados eran desconocidos, en vez del 22% real. Incluso afirmaron que el 3% restante probablemente desaparecería si se pudiera disponer de más datos. Los críticos contestan sobre esto que no se hizo caso del hecho que los analistas ya habían agrupado tales casos en la categoría de “información insuficiente”, mientras que tanto los considerados “explicables” como los “inexplicables” tenían la información suficiente para hacer una determinación. También los “inexplicables” tendían a representar los casos de calidad más altos, en los que se tenía la mejor información y testimonios.
Desde abril de 2003, la USAF ha indicado públicamente que no hay ningún proyecto inmediato para restablecer algún programa de estudio ufológico oficial del gobierno.
Los críticos afirman, entre ellos científicos, que la información arrojada por el proyecto Libro Azul eran erróneos, por lo que se basan en hechos que reciben una explicación “racional” como el sucedido sobre las 5 de la madrugada cerca de Ravenna, Ohio, el 17 de abril de 1966. Los agentes de policía Dale Spaur y Wilbur Neff vieron un objeto plateado discoidal con una brillante luz que emanaba de su parte inferior, a unos 300 metros de altura. Empezaron a seguir al objeto (que a veces descendía a unos 150 metros). Otros agentes de condados cercanos se implicaron también en la persecución, que acabó una hora después cerca de Freedom, Pennsylvania, a unos 50 km de distancia. Este caso llegó a los medios nacionales, y la policía entregó informes detallados a Libro Azul. Cinco días después, sin haber entrevistado a la media docena de agentes que participaron, y a otros testigos, el director de Libro Azul, Héctor Quintanilla, anunció sus conclusiones: los agentes (uno de los cuales participó con las Fuerzas Aéreas en la Guerra de Corea) habían seguido un satélite de telecomunicaciones, y después al planeta Venus. En su contrainforme, Hynek calificó las conclusiones de Libro Azul como absurdas, dado que en sus informes, algunos de los agentes habían descrito la luna, Venus y el ovni: habían notado que aquella madrugada había una “estrella” muy brillante cerca de la luna. Se trataba de Venus. Un congresista por Ohio, William Stanton, dijo que “las Fuerzas Aéreas han perdido gran parte de su prestigio en esta comunidad… cuando la gente confía en la administración y ésta no dice la verdad, se pierde esa confianza”. Hynek escribió que durante la permanencia del comandante de las Fuerzas Aéreas Héctor Quintanilla como director de Libro Azul, “la bandera de las tonterías y el sinsentido ondulaba en el punto más alto de su mástil”. Hynek divulgó que el sargento David Moody – uno de los subordinados de Quintanilla – “aplicó el método de la convicción antes de la prueba. Cualquier cosa que no entendiera o no le gustara, la ponía inmediatamente en la categoría de sucesos psicológicos. Era un sabelotodo”.
La decisión de interrumpir las investigaciones ovni se basó en varios factores, como la evaluación de un informe redactado por la Universidad de Colorado titulado “El estudio científico de los ovnis”, la revisión de este informe por parte de la Academia Nacional de Ciencias, los casos ovni previamente estudiados y la experiencia de las Fuerzas Aéreas, que investigó informes ovni entre 1940 y 1969. El astrónomo J. Allen Hynek, que era el consultor científico del proyecto hasta su conclusión, creó el concepto que hoy se conoce como “encuentros cercanos”. Era un gran escéptico cuando comenzó, pero dijo que su escepticismo se suavizó durante la investigación, después del análisis de unos informes ovni que parecían inexplicables, por lo que sintió indignado en la postura final del proyecto.
La documentación en cuanto a la antigua investigación de Libro Azul fue transferida a la Rama Moderna Militar, a los Archivos Nacionales y al Servicio de Registros, y está disponible para la revisión y el análisis públicos bajo la Ley de Libertad de Información, pero los nombres de los testigos y otras informaciones personales han sido eliminados.
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